viernes, 19 de agosto de 2011

Dioses: crueles, divertidos o simplemente divinos

En la fantasía épica, los dioses juegan un papel más que decisivo en muchas historias. Valga recordar a Ilubatar, padre creador de todo en el mundo de Tolkien, los sartán o patrin en “El Ciclo de la Puerta de la Muerte”, la tríada de dioses superiores en Dragonlance con Thakisis, Gilean y Fizban, en la obra de Weis y Hickman, entre otros.
En “El Ciclo de la Puerta de la Muerte”, dos especies de dioses, los sartán, que vienen de la luz, y los patrin, los ambiciosos dioses que vienen de la oscuridad, se enfrentan por dominar el mundo donde deberían protteger a los mensch (humanos, elfos y enanos que, si bien desarrollan diversos tipos de magia, son sencillamente inferiores, según ambas castas divinas).
En ese enfrentamiento, aparentemente han triunfado los sartán que logran confinar en el Laberinto a los patrin. Ese es el castigo que esperan los aleccione y corrija su naturaleza cruel y egoísta, al verse obligados a pasar peligros y permanentemente estar en movimiento en esta prisión que les pone trampas a cada paso.
Y es un triunfo aparente pues han tenido que ejercer un poder mágico tal que el mundo se ha dividido en cuatro:
Ariano, el mundo del aire, donde, por primera vez se cruzan Haplo, el joven patrin destinado a preparar el terreno para el regreso de sus pares, y Alfred, quien es el último de los sartán en este mundo;
Pryan, el mundo del fuego, donde Haplo comienza a notar lo extraño de no encontrarse cara a cara con sus enemigos ancestrales y el deterioro de las condiciones de vida mensch;
Abarrach, el mundo de piedra, un mundo casi muerto, de los nigromantes, donde se devela el último pecado que los sartán no deberían cometer y les permite continuar sobreviviendo en un sitio destinado a ser su tumba;
y Celesta, el mundo del agua, donde hacen su aparición las serpientes dragón, opuestas a los dragones de Pryan, y Alfred se manifiesta con un poder que no sabe siquiera él que posee.
Esos encuentros y desencuentros entre Alfred y Haplo están marcados por los viejos rencores y por la lucha de poderes que entre ambos géneros de dioses se entablan. Los sartán, como dueños de la luz, sienten que han de corregir el mal camino de los patrin para preservar a los mensch y los patrin, por su parte, considerando que los sartán simplemente no aceptan su superioridad, pelean por recuperar un dominio total sobre los mundos que se ahn salido de control, al igual que el Laberinto vivo y letal.
Ilubatar, también llamado Eru, no tiene batallas con pares sino con quienes serían sus subalternos o partes de sí mismo. Quién primero se rebela es Melcor o Melko que ambiciona siempre crear algo más extraordinario que sus hermanos aynur, luego Valar. Para decirlo poco elegantemente, sería como una versión en lo tolkeniano de Lucifer. Y yendo hacia la historia de “El Señor de los Anillos”, Sauron, precisamente, está un peldaño más abajo que Melcor, dado que es un maya, servidores de los Valar.
Sauron se erige en dios maligno pero no tiene entidad de tal, así como no la tenía Melcor. Y es que Sauron, aunque había acumulado poder con los años, tenía la gran limitación de haberlo depositado a un soporte físico como el Anillo de poder. Y Gandalf y Radagast, así como Saruman son tan mayar como el mismísimo Sauron.
En Dragonlance una vez más los dioses se disputan el mundo. Los elfos, humanos y enanos están atrapados en un enfrentamiento que les exige ponerse de un bando o del otro; incluso, deben luchar juntos para evitar males mayores.
Los tres hijos de Caos, en importancia, son:
Fizban o Paladine, simbolizado en los dragones de colores metálicos, es el dios del bien. Gilean, Astinus de Palanthas, es el dios de la neutralidad que se dedica a recopilar la historia de Crim y no intervenir en acontecimmiento alguno (aunque le es algo muy difícil puesto entre sus hermanos). Thakisis, diosa del mal, no duda en traicionar descartando fraternidades y a sus siervos más fieles, los dragones de colores, esos cinco que ella misma posee en su forma más espeluznante. Como el dragón de cinco cabezas y de todos los colores y de ninguno.
Capítulo aparte y, hago mea culpa porque recién lo recuerdo, merece el mago Raistlin Majere que hizo el intento de convertirse él mismo en dios (metamorfoseándose en Fistandantilus, el señor del tiempo),a costa de sacrificar la salud y hasta a su propio gemelo Caramon, siempre su fiel protector. Es quizá ese amor el que tuerce su destino… Esas interpretaciones quedarán a su gusto.
No sé si me quedó divino el post pero ya voy cerrando y en próximas ocasiones seguimos con esta teología fantástica.

jueves, 24 de marzo de 2011

La memoria nos salvará del horror de los innumerables nombres.

Lo dicho: sólo nos salvará la memoria. Fijar esta fecha en conmemoración, para reflexionar sobre los años sangrientos y silenciosos que nos tocó vivir es una mera formalidad. Hay tanto de inimaginable en los hechos que hirieron gravemente al sur de América en los 70 que parece haber sido escrito por un autor desquiciado.
Nada de eso. Fue bien real y se cometieron tantos atropellos... ¿Quién podía adivinar que un Estado se encargaría de callar a su pueblo a bala, desaparición y amenaza? ¿Quién pudo prever que primero se robarían la representación del pueblo y luego se apropiarían de sus hijos y nietos, truncarían la vida de hermanos, padres, tíos, amigos? Ninguna mente puede plantearse tanto espanto.
Personalmente, sabía de los vuelos de la muerte donde se transportaba a los detenidos medio dopados y se los arrojaba desde el avión al Río de la Plata. Esto no lo sé a ciencia cierta, pero he oído que los tiburones esperaban en el mar esos cuerpos... Es increíble pero tampoco creyó Argentina que les arrancaban los bebés de los brazos a las madres, que se llevaron la juventud de chicos de secundario que entendieron que sus derechos tenían que defenderlos y los reyes de espadas decidieron que eso les costara la vida. Sé de gente que fue desaparecida por estar luchando por mejoras en su trabajo, por mejoras en la sociedad, por querer saber qué era de sus seres queridos y otros que sólo estaban en una agenda, que sólo cometieron el delito de ser familia, amigos de los "enemigos" que los militares vieron por todas partes, especialmente si esos enemigos iban de estudiantes, periodistas, obreros, todos los obstáculos para cerrar el plan de venta del país al capitalismo salvaje que depreda.
Siempre hay un nuevo horror por descubrir. Sabía de las fosas comunes donde iban los NN pero algo todavía peor lo supe hoy: hubo detenidos que eran llevados frente a los fosos y fusilados ahí mismo. sSi la muerte no venía por la bala, la encontraban en los fosos donde ardían cubiertas...
Mi pequeño homenaje que se sale de los carriles del rumbo de este sitio pero no tanto. Ni el mejor escritor de ciencia-ficción podría haber logrado tal cúmulo de atrocidades. Igualmente, quiero recomendar, perdón por la inexactitud, el libro de Eduardo Sacheri "Un viejo se pone de pie y otros cuentos". Precisamente el cuento que da título a ese libro habla de un padre que va a ver los partidos del pueblo y va recordando a su hijo. En esos partidos recuerda cómo jugaba su hijo y el destino lo reencuentra con esas jugadas, ese estilo... Y se pone de pie. Lean y a ver si ven lo que él vio.
Tales licencias no son gratuitas. Espero que mis justificaciones no estén traídas de los pelos... Sólo quise recordar, aprovechar para hablar ahora que podemos, gritar por escrito ahora que no nos matan por pensar... Y seguir gritando cuando no nos dejen, hasta que nos callen escapado el último aliento, por ser libres.

martes, 15 de marzo de 2011

Japón: superando a la ciencia-ficción

Estos días dejé abandonado este espacio por pura desidia... y es que son mis últimos días libres antes de retomar mi vida universitaria...
Para variar, este post será un ensayo de opinión, más cercano a algo pseudoperiodístico que a la reseña o comentario sobre libros y leyendas...
Nada de oportunismos, simplemente nació así, de la angustia por la situación de personas que, a miles de kilómetros, se enfrentan a un peligro que prefiguró tantas veces el género de ciencia-ficción. El alerta nuclear es grave, no porque nos vaya a afectar en lo sucesivo a nosotros, sino porque ahora mismo muchas gentes están con un damocleo destino sobre sus cabezas y las generaciones venideras heredarán ese camino.
Es lo que me surge, es sentir que esas personas son de mi especie, no soy indiferente al peligro que implicaría un esparcimeinto radiactivo mundial y, aunque fuera probable, prefiero, mejor dicho, sólo puedo solidarizarme con ese pueblo milenario que admirablemente siempre se pone de pie ante las adversidades. El país del Sol Naciente fue abofeteado por el mar, la naturaleza indómita que no es vengativa, sino que sigue sus ciclos al margen del ser humano. El pueblo del Sol Naciente se enfrenta a los fantasmas que sus propios conciudadanos han creado sin intención. La amenaza nuclear hubiera estado latente aunque la central en cuestión no estuviera activa porque los residuos radiactivos hubieran permanecido y, ante un siniestro de tal dimensión, también la fuga de elementos nocivos habría sido una posibilidad.
Cuando escuchaba que el mar hacía de camiones, barcos y hasta viviendas sus juguetes, cuando las personas eran como gijarro arrastrado por el oleaje, cuando la guadaña nuclear está declarada y se sospecha que no han revelado sus verdaderas magnitudes, no puedo evitar que el escalofrío de ver esta realidad me haga decir: "Ni en la ciencia-ficción pasó". Claro que pasaron cosas más terribles y ni existimos en muchos de esos mundos literarios o hemos tenido que colonizar otras galaxias al no poder conservar nuestro hogar primigenio. Lo tremendo del siniestro japonés es que hoy miles de personas están viviendo en carne propia el horror que sólo la pluma de la vida actual puede escribir. Da pena pensar que no podemos decir, como explicaba Frederick Pohl acerca de los relatos ficticios de atrocidades, que se puede observar el desastre y volver al ruedo de la vida cotidiana sin rasguños.

martes, 8 de marzo de 2011

Mujeres en el papel

Empezando por J. R. R. Tolkien, en El Señor de los Anillos, hay mujeres destacadas como Galadriel, la dama blanca (además presente en El Silmarilion), señora de los elfos de Lorien. No acepto la objeción de que no es humana, de todas formas, es una representación de lo femenino. Galadriel está ligada a lo natural pero también a lo mágico que hay en su pueblo. Justo me viene a la mente que uno de sus nombrres (el nombre paterno, dado al nacer Fue Artanis, “Mujer Noble”, y el materno le fue dado más tarde, luego también el modo de llamarla camia según la lengua élfica que la nombre) , Nerwen o Nerwendë significa doncella-hombre. De hecho, se la describe como lo que hoy llamaríamos mujer fálica por su decisión, su presencia. Su carácter es más notorio en El Silmarilion, donde se determina a conducirse junto a su gente por la Tierra Media, ansiosa de conseguir un reino para sí. Así, como el resto de los noldor, algo semejante a elfos savios, renuncia a Valinor y nunca podrá ir en los barcos que llevan a los primeros nacidos a las tierras imperecederas. Claro que esta sentencia es revocada en consideración a su importancia en la Guerra del Anillo. Fue la guardiana del Anillo Blanco o del agua (Nenya) y resistió la tentación de quedarse con el Anillo de poder que el hobbit Frodo le ofreció. Por ello fue perdonada. Christopher Tolkien recopila en Cuentos de númenor y la Tierra Media otros relatos donde aparece la Hechicera del Bosque de Oro.
Además en El Señor de los Anillos, está Eowin, hermana de Eomer, tercer mariscal de la Marca. Ella ansía tener parte en grandes batallas, casi parece una precursora del feminismo con esos anhelos de no ser dejada atrás a cargo de las labores palaciegas. Incluso llega a decir, luego de su enfrentamiento y victoria ante el rey brujo capitán de los Nasgul que casi le cuesta la vida, que sólo podrá reponerse con la esperanza de participar en nuevas hazañas.
Otra mujer con una marcada decisióny astucia, es el personaje de Kitiara Uth-Matar que surge en la serie Dragonlance de Margareth Weis y Tracy Hickman. Kitiara es mercenaria debido a la búsqueda de su padre, Lord Gregor Uth-Matar, un caballero de Solamnia que abandonó a su mujer e hija para probar fortuna. Kitiara sintió su falta pero no partió de Solace por no dejar a su suerte a sus medio hermanos, fruto del matrimonio de su madre con el leñador Gilon Majere, Caramon y Raistlin. Los gemelos aprendieron de ella las artes de la espada pero Raistlin, más débil e interesado en la magia, era la preocupación de Kitiara a quien le debía la vida. Mujer ambiciosa, a consecuencia de sus aventuras en el rastreo de su padre, Kitiara llega a formar parte de los ejércitos de la reina de la Oscuridad, Thakisis, pero no es totalmente fiel a su señora ni a su hermano hechicero cuando Raistlin codicia el poder.
También pueden encontrarse más indicios del crecimiento y carácter de Kitiara en la saga de Compañeros Dragonlance donde tiene su propio libro (“3- Kitiara Uth-Matar” de Tina Daniell) y aparece en los quinto y sexto volúmenes de la misma colección. Su lema es “La espada es la única verdad” que recuerda su admiración hacia su padre. Kitiara desprecia a su madre por no haber retenido a Uth-Matar y luego sumirse en el estado de sopor que obligó a la joven a tomar las riendas del hogar. Nunca se vio como madre y prefería la seducción y control de sus amantes. Sin embargo, En “El Ocaso de los Dragones”, la duología nos descubre que Kitiara ha tenido un hijo después de todo. Estel Brigblade nació de una relación fugaz entre Kitiara y Sturm, quien pretendió casarse con ella, pero la mercenaria optó por desaparecer. Dejó al niño a cuidado de otra mujer y, ya vuelta espíritu, disputa la conciencia del joven años más tarde con su padre para que elija su conveniencia y, si la batalla se complica, olvide el honor que, como caballero de Neraka, debe cumplir.
Del lado opuesto está la elfa Lauralanthalasa, enamorada de Tanis semielfo. Laurana,hija del Orador de los Soles, es la típica princesa caprichosa que se embarca en la aventura de la Guerra de la Lanza siguiendo a su amado que, por otra parte, estaba prendado de Kitiara. La elfa se aguantó el miedo y por orgullo se hizo fuerte hasta que se convirtió en el Áureo General de Palanthas y condujo a sus tropas a la victoria. Finalmente su amor con Tanis se concreta pero el último tramo de su vida debe enfrentarlo junto a su hijo Giltas, desde las sombras, para liberar a la nación élfica de Qualinost.
Luego de este pequeño recorrido, breve e incompleto, espero al menos lo hayan disfrutado y sugieran sus mujeres literarias favoritas.
Les dejo unos linkitos de Wiki para ampliar sobre Galadriel y Kitiara, además de una reseña del libro de Tina Daniell.
Dónde consultar algunas referencias más:
es.wikipedia.org/wiki/Galadriel
Reseña Tina Daniell www.lecturalia.com/libro/33626/kitiara-uth-matar - España

sábado, 5 de marzo de 2011

Algunos hechos según los guaraníes

Los orígenes de un pueblo y también los orígenes de sus temores se explican a través de mitos como el surgimiento de los dioses, su deseo de tener hijos a quienes amar y el castigo que muchas veces lanzan sobre ellos al ser desobedecidos. En este caso, como haré en varias ocasiones, me permitiré incluir unas referencias a la cultura guaranítica muy bellas y no exentas de magia.
La desgracia de Kerana, la hermosa hija de Marangatu, comienza cuando es codiciada por Tau, espíritu del mal. Éste, para lograr hacerse con la joven, disfraza su fealdad cubriéndose por la apariencia de un elegante forastero. La hechiza con la música de una flauta, la va seduciendo con paseos y charlas, miradas y hermosos regalos…
Pero Angatupiri, espíritu del bien, lo ha observado y se dispone a defender a la chica. Kerana es inducida a horribles sueños donde su pretendiente se deforma hasta adquirir la espeluznante figura de Tau. La muchacha le comenta sus pesadillas y Tau comprende que no es otro que Angatupiri quien lo enfrenta.
Los espíritus del bien y del mal lucharán en los campos cercanos a las colinas de Areguá. La batalla se extiende por seis días con sus noches, durante los cuales Kerana duerme. Llegado el séptimo día, Angatupiri va venciendo y Tau, ya al borde de la rendición, arriesgando su propio exixstir, invoca al dios del valor. Pitajovái acude a su llamada y con su fuego deja moribundo a Angatupiri. Tau lo contempla altivo y se va en busca de Kerana que ha despertado. Lo ve llegar encaramada a un árbol.
El sonido de la flauta la encanta y corre a sus brazos. Kerana oye por vez primera la voz de las intenciones lividinosas de Tau e intenta zafarse pero él, ya en su aspecto monstruoso, la rapta sin que su tribu pueda hacer nada.
Tau condujo a Kerana a su guarida y la amenazó con la muerte si osaba escapar. Así, la joven es sometida a la lujuria del espíritu maligno. Ella lloró, se negó pero todo en vano.
La tribu de Kerana ruega a Arasi, madre celestial, consorte amada de Tupã, padre de todo, que castigue al raptor. Arasi, en respuesta, maldice a Tau y a toda su estirpe.
Aquí va el surgimiento de muchos personajes conocidos de la tradición guaraní. Citaré íntegro el capítulo XXII del libro “Mitología Guaraní” de José Montesinos. Al ser un escrito que cayó en mi poder mediante una amiga que me pasó el archivo, no tengo lamentablemente las señas editoriales.
“En el cual se informa de los alumbramientos de Kerana, fecundada por el espíritu del mal, de las características de sus siete hijos y del terrible dolor de la joven.
Siete lunas han pasado desde aquel día aciago en que Kerana fue raptada por el malvado. Siete lunas han observado pálidas de espanto la desesperación de la niña. Ahora Kerana está dando a luz. Ella espera un niño, pero la maldición de Arasy le ha hecho engendrar un monstruo. Kerana da a luz un horrible monstruo de siete cabezas. Siete cabezas de perro cuyos ojos despiden llamaradas. Siete cabezas de perro y un horrible cuerpo de lagarto. En el futuro será conocido como Teju Jagua. Siete cabezas de perro que le condenan a la inacción. Su ferocidad fue aniquilada por deseo de Tupã y, contrariamente a su horrenda figura, se alimenta solamente de frutas y de la miel que su futuro hermano menor, Jasy Jatere le lleva hasta su escondrijo.
Kerana, asediada permanentemente por Tau, parió un hijo cada siete lunas. Todos sietemesinos. Todos fenómenos deformes. Todos malvados.
El segundo hijo del mal vio la luz con la forma de una gran sierpe con cabeza de loro y un descomunal pico. Su bífida lengua, roja como la sangre. Su piel escamosa y veteada. Su cabeza emplumada. Su mirada maléfica. Se le conoce con el nombre de Mbói Tui, ronda por los esteros y protege a los anfibios. Adora la humedad y las flores. Se lo puede identificar sin verlo pues lanza terribles y potentes graznidos que se escuchan desde tantísimas lejanías.
Kerana, abrumada por la pena, apabullada por el incontrolable Tau, carcomida por la certeza de estar engendrando monstruos capaces tan sólo de hacer el mal. Dolida porque su cuerpo es el artífice que está dando forma a un ejército terrible, pare su tercer hijo:
Se le conocerá en el mundo de los hombres con el nombre de Moñái y tal como su antecesor inmediato, su cuerpo es el de una enorme serpiente. Posee dos cuernos rectos e iridiscentes que funcionan como antenas. Sus dominios son los campos abiertos. Sube a los árboles con gran facilidad y se descuelga de ellos para cazar a las aves con las que se alimenta, a quienes domina con el hipnótico poder de sus antenas. Es por ello que también se dice que es el señor del aire. Moñái protege el robo y lo fomenta. Ladrones y sinvergüenzas aún hoy lo invocan en sus fechorías.
En su cuarto período de gestación, Kerana siente que al fin hay algo de humano en su vientre. A los siete meses, como ha ocurrido con todos sus hijos anteriores, pare a un niño de dorados cabellos y piel muy blanca, pero el niño ha nacido con un bastón áureo en su mano derecha. Una leve presión sobre su varita mágica y el niño, al que llaman Jasy Jatere, desaparece volviéndose invisible. El niño horroriza a su madre desapareciendo y apareciendo en lugares increíbles. Jasy Jatere será el duende que en las siestas, escudado en su figura de niño, asediará a las jóvenes y a las niñas que se animen a salir solas, conquistándolas y poseyéndolas con los poderes de su mágico bastón. Dominará a las abejas y de ellas obtendrá la miel con la que se alimentará, cuyos restos lleva hasta la cueva donde vive su hermano mayor, Teju Jagua.
Kerana no tiene consuelo. Ya hace más de dos años que se encuentra presa del espíritu del mal y Kerana sigue contando los días. Su radiante cuerpo de otrora se ha deformado debido a los maltratos que ha recibido en forma constante por parte de Tau.
Ahora Kerana da a luz al quinto engendro del mal. Su figura se parece en mucho a la de Tau, En sus rasgos agudos. En su piel oscura, en el cabello de alambre y la boca grande.
Se le conocerá por su nombre: Kurupi, que llenará de temor a las jóvenes.
Y también se le conocerá por su principal característica física: un enorme y larguísimo pene que lleva enrollado a la cintura. Sus ataques a las mujeres solas que se aventuran por la selva serán mucho más furibundos y crueles que los de su hermano Jasy Jatere. En esos casos Kurupi viola y mata a sus víctimas. Pero su mayor diversión es raptar a las vírgenes, quienes desparecen misteriosamente para regresar encintas y listas para parir a los siete meses. Los hijos de Kurupi, sin embargo, mueren al séptimo día de un extraño mal *.
Kurupi domina a los animales silvestres y no abandona nunca la selva donde reina con el poder de su sensualidad, excepto para raptar a sus víctimas.
Cansada y desilusionada. Entregada y mustia, Kerana da a luz a su sexto hijo. Una vez más sietemesino. Una vez más monstruoso. Se le conocerá con el nombre de Ao Ao. Posee la facultad de reproducirse solo y vive en una gran manada en las zonas más inhóspitas de cerros y montañas. El Ao Ao se alimenta de carne humana y vive persiguiendo a las gentes que se aventuran por los cerros. La única manera de salvarse de la manada es trepando a un pindo. Cualquier otro árbol en el que se refugien los perseguidos será desarraigado por sus terribles garras y derribado en poco tiempo pero al parecer, el pindo posee algún hechizo contra la ferocidad de estos monstruos. El Ao Ao es cuadrúpedo pero cuando ataca se para en dos patas. Sus poderosísimas garras y su cabeza feroz nos recuerdan a un oso, pero su cuerpo es como el de una oveja y bajo esa apariencia logra que las gentes se acerquen sin temor.
El séptimo alumbramiento de Kerana fue tan terrible como los seis anteriores. Esta vez, de su vientre, nació una criatura totalmente contrahecha. Su cabeza, semejante a la de un perro, deja ver una larga hilera de filosos dientes de diferentes tamaños. Sus orejas son pequeñas e impuestas en la parte superior del gran cráneo. Su cuerpo esmirriado y seco, sus extremidades mitad humanas, mitad garras le dan un aspecto desgarbado. Se le conocerá con el nombre de Luisõ.
Luisõ habita en los campos santos y se alimenta de los cadáveres que allí desentierra. Se le puede escuchar en las noches de luna llena, cuando emite sus lastimeros y aterrorizadores aullidos trepado a las lápidas de las tumbas.
Luisõ fue el último alumbramiento de Kerana.
Tau, parece concentrarse ahora en alimentar el malvado espíritu de su prole y se olvida de la doncella. Vejada y arruinada la pobre Kerana duerme cada vez más para evitar las lágrimas, infructuosamente, pues hasta en sueños llora...”
Tanto lo que escribí como el capítulo sobre los hijos de Kerana salieron del libro "Mitología Guaraní" de José Montesinos

viernes, 4 de marzo de 2011

Improvisando sobre la marcha, ups, sobre la magia y otras cositas

Hola, otra vez yo improvisando... Venía muy aplicadita, bah, tratando...
¿Leíste a Margareth Weis y Tracy Hickman? Sí, me refiero a los autores de la serie Dragonlance. Es una colección de libros atrapante que incluso formó una red, en realidad no sé cómo decirlo, una manada de escritores se han volcado a esta aventura creando obras paralelas a las de Weis e Hickman que hilan la historia principal.
El mundo de Crim es una y otra vez sacudido por los caprichos y gestos nobles de sus dioses. Hombres, elfos y enanos se enzarzan en la Guerra de la Lanza y combaten contra dragones y dioses como Thakisis, la reina de la oscuridad, depositaria del mal, y son ayudados por Paladine, dios del bien, hermano de la anterior, que aparece como quien menos uno espera, muy disparatado... Gilean, el hermano que representa la neutralidad, se dedica a observar estas luchas pero no pocas veces es instado a tomar parte. Te quedan seerias dudas de si lo hace o no, es decir, tomemos en cuenta que no intervenir es también capaz de acarrear consecuencias.
Crónicas de la Dragonlance (trilogía) comenta el inicio de los desmanes divinos en Crim, al menos lo que cabe para Tanis semielfo, su amigo el enano Flint Fireforje, el kender Tassleoff Burrifood, Kitiara Uth Matar, Sturm Brigblade y la elfa Lauralanthalasa entre los personajes principales, sin olvidar, claro, a los gemelos Caramon, el buenazo y guerrero, y Raistlin Majere, el hechicero ambicioso que oscila entre su codicia y la lealtad a su hermano.
Leyendas de la Dragonlance (trilogí) anos sitúa junto a nuestros héroes tres años más tarde y, cuando una ya daba todo por finiquitado, nos queda El Ocaso de los Dragones (duología) que narra la Guerra de Caos. Y ahí ya está. ¡No! Todavía nos queda La Guerra de los Espíritus (tetralogía). Aquí, cuando los dioses parecen haber abandonado Crim, hay algo que no encaja. Cuando la leas, ¿a qué sabés quién empezará la rosca y la ponzoña?
Como les había dicho, también otros autores meten mano... Así tenemos libros que narran en la serie Compañeros Dragonlance (seis libros) relatos sobre como se conocieron Tanis y Flint, como el semielfo se encontró con Kitiara y tuvo aventuras con ella, la aparición de Tass...
Bueno, aunque muchos no dan demasiada credibilidad a Wiki, igual les dejo el linkito sobre Dragonlance que cuenta lo que les estaba diciendo pero mejor... ¡ovbio! Ay, soy un desastre, no me dice que se puso como enlace, bueno, perdón... Por fa, no me maten, re cronopio lo mío, pero tengan la amabilidad de copiar y pegar si no funca...
es.wikipedia.org/wiki/Dragonlance

jueves, 3 de marzo de 2011

Compensación o castigo por mi ausencia de ayer

Como ayer me conecté tarde y me entretuve buscando pavadas por el cybermundo, en compensación o suplicio de quien se atreva a leerlo, publico dos veces (2 veces como estás leyendo) este día. Para rematarla y asegurar como uno de los nuevos signos del apocalipsis que nos aguarda el año próximo, en esta ocasión, tte dejo un pobre relatito mío, nada original. Pero aprovechá, es en serio, los mayas viste que tienen la perspectiva de que en 2012 este mundo hace caput y viene otro... Eso le dijeron al brujito maya y a unos cuantos más pero somos muchos los que sabemos que quienes publicamos irregularmente en nuestros blogs también contribuimos a acelerar este proceso. Quién sabe, capaz tanta alaraca para seguir como siempre... Ah, otra cosa, los mayas no dijeron (porque creyeron que a estas alturas ya la tendríamos sobreentendida) es que la nueva era la haremos nosotros.
Bue... ¡basta de cháchara! A sufrir, digo, a leer.

Gris

Hubo un tiempo donde el mundo tenía colores definidos y no había mezclas. Esta situación era más notable en los blancos y negros, tonos que muchos no consideran colores propiamente dichos. Esa definición llegaba al extrremo de que cada color tenía su zona, es decir, había regiones totalmente blancas, regiones totalmente negras, únicamente verdes, exclusivamente azules…
Y aquí no terminaban los compartimientos delimitados. También ocurría con las gentes. Donde había bondad ni una sombra de malicia tenía cabida. Donde habitaban gentes pérfidas sólo la perversión reinaba. Así, quien era bueno no podía dañar ni a su peor enemigo. Quien era malo ni a su prole amaba y dedicaba todo su desdén a cada cosa, ser, sentimiento o, para resumirlo, a todo lo que se cruzaba en su camino.
Llegó un día en que hubo tonos intermedios y, para no romper la armonía, también las personas dejaron de ser extremistas en su esencia. Todo empezó de a poco, aunque los cambios fueron radicales y contundentemente bruscos.
Una mujer de mala entraña se despertó un día con una rara sensación: le agradó el calor del sol y le regocijó la fragancia del parque cercano a su casa. Hasta esbozó una leve sonrisa pero se cuidó de que sus tan igualmente malignos vecinos no se dieran cuenta.
En realidad ella siempre había sentido que algo estaba fuera de lugar, quizás su propio ser. ¿No era tan mala entonces? De eso todavía no estaba convencida.
Ese mismo día, en la zona poblada por los bondadosos, un hombre se despertó como siempre pero se molestó muchísimo con su vecino que había dejado su carro bloqueando el portal de su casa. No dijo nada sintiéndose culpable por la mácula de maldad que se había hecho sitio en su ser, algo realmente extraño.
No se sabe a ciencia cierta cómo fueron a coincidir aquel hombre (que hoy tomaríamos por buenudo) y aquella mujer (una verdadera arpía) en el mismo camino. Se miraron. Él con simpatía, aunque prefiriendo no haberse cruzado con nadie; ella con altivez pero extrañamente alegre de encontrarlo.
Tampoco es sabido cómo ellos se decidieron a hablar… Tan identificados estaban el uno con el otro que se miraron espantados.
--¡No puedo congeniar con vos! Eso es aberrante, me hace malo. ¿Cómo puedo ignorar lo que me rodea, cómo seguir mi camino sin importarme los demás? –se escandalizó el joven.
--¡No me digas! Con las ganas que tenía de ser una santurrona… Pero si yo no estoy mejor, ¿de qué va a servirme aprennder a pensar en otros si me perjudica? –ironizó ella.
Ese encuentro les dio mucho que pensar esa noche. Ella sintiendo que se volvía una estúpida sentimental, él creyéndose ya una lacra en proceso.
De pronto, ambos supieron la respuesta: el mundo cambiaba, se equilibraba. Estaba en ellos seguir donde estaban sin adaptarse a su entorno o resolver hacer rancho aparte…
Corrieron el uno hacia la otra y acordaron partir de sus regiones respectivas, no Shin antes indagar si había más personas que, al igual que ellos, no encontraban satisfacción en los extremos.
El éxodo fue importante, legiones de gentes que abandonaban la perfidia, que dejaban la perfección insufrible.
El pintor sonrió ante su lienzo y se dijo:
--Finalmente son humanos.